El aceite de Haarlem es una preparación tradicional que tiene su origen en una antigua receta alquímica holandesa del siglo XVII. Está compuesto por tres ingredientes naturales: azufre, aceite esencial de trementina y aceite vegetal de linaza. Esta combinación única permite que el azufre, normalmente insoluble en agua, se vuelva biodisponible mediante una reacción química específica. El valor del aceite de Haarlem reside en esta excepcional biodisponibilidad de azufre orgánico, enriquecido con los componentes aromáticos activos de la trementina.

Utilizado para una variedad de dolencias y aplicable tanto para uso externo como interno, el aceite de Haarlem ha mantenido su popularidad a lo largo de los siglos como remedio universal. El azufre, un elemento crucial para nuestro organismo, proviene principalmente de los aminoácidos azufrados. En su forma orgánica no oxidada, está presente en diversos alimentos como el ajo, los condimentos y los huevos, y es comparable al azufre de las aguas termales, conocido por sus efectos beneficiosos sobre las articulaciones y las vías respiratorias. Este macroelemento mineral juega un papel esencial en la salud de nuestros tendones y articulaciones, así como en la respiración celular, actuando como regulador y antioxidante de muchas funciones orgánicas.